LA PURA Y SIMPLE PAZ, LA NECESIDAD MAYOR DE COLOMBIA
Editorial.
Persiste el alboroto por el cambio de gabinete y la terna para el próximo Fiscal. En principio, en aras de ampliar el respaldo al proceso de paz y de preparar las nuevas tareas de gobierno a que daría lugar su culminación, podrían parecer lógicos ciertos reemplazos e inevitable la algazara. Lamentablemente, no ha sido así. No es de poca monta que el presidente haya resuelto incluir a Néstor Humberto Martínez en la terna para la designación del nuevo Fiscal General, dada su cercanía con el vicepresidente y habida cuenta del papel de semejante herramienta institucional, sobre todo con vistas al período que seguiría a la firma de los acuerdos de paz. Si se trataba de propiciar dichas rúbricas y de asegurar, acto seguido, el cumplimiento de los compromisos de la paz, tampoco aparece muy lógico el sesgo favorable a Vargas Lleras que finalmente tuvieron los relevos ministeriales. Porque el acercamiento de hecho, de vieja data pero acentuado en las pasadas elecciones, del vicepresidente y aspirante presidencial a las posiciones del uribismo extremo no augura muy buen suceso en cuanto al respaldo al proceso de paz.