Colombia ocupa el puesto 12 en mayor desigualdad del ingreso entre 168 países del mundo, de acuerdo con el Informe sobre Desarrollo Humano que acaba de presentar el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).
Esta posición se obtiene utilizando el dato más reciente del Dane, correspondiente al 2013, en el que se recoge algún avance frente al dato de 2010 que usa el documento del Pnud.
Además de las diferencias entre el ingreso de las personas, la desigualdad también se ve entre hombres y mujeres, en el acceso a educación, salud, entre otros, según explica Alfredo González, especialista en desarrollo humano para América Latina, del Pnud.
El organismo presentó el jueves en Japón los resultados del último informe y del índice de desarrollo humano (IDH), en el que Colombia se ubicó en el puesto 98. Este fue el mismo lugar que ocupó el país el año pasado, según una revisión realizada al índice.
Noruega, Australia, Suiza, Países Bajos y Estados Unidos están en los primeros cinco lugares, mientras que los últimos los ocupan países como Níger, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Sierra Leona y Burkina Faso, entre otros.
En el contexto de América Latina, Colombia iguala a Ecuador, mientras que Perú lo supera, en el renglón 82, tras avanzar ocho puestos entre 2008 y 2013; Brasil ganó una casilla y pasó del puesto 80 al 79; Venezuela, que retrocedió una posición, ahora está en la 67; Argentina mantuvo su posición 49 y hace parte del grupo de países con muy alto desarrollo humano, y Chile, el mejor posicionado en la región, está en el puesto 41, luego de haber perdido un lugar.
Colombia, entre tanto, entre 2008 y 2013 descendió dos lugares, lo que, según González, se debe en gran medida a las profundas desigualdades que imperan en el país. “En desigualdad, que es uno de los componentes del índice, Colombia disminuyó en un 26 por ciento”.
El IDH mide tres dimensiones que abarcan todo lo que contribuye a que las personas vivan mejor.
Dicha medición evalúa las acciones que hacen los países para que la población tenga una larga y saludable vida, aspecto que se logra con la garantía del acceso a servicios básicos (acueducto, alcantarillado), salud y expectativa de vida.
El índice también se ocupa de evaluar el acceso al conocimiento, lo mismo que el nivel de vida digno de los ciudadanos, en el que pesa fundamentalmente el ingreso.
Es esta última variable la que, según Gonzalez, no deja que Colombia cambie su indicador. “Aunque hay avances en acceso a salud y educación, lo que más pesa es la desigualdad en el ingreso, que en Colombia es muy alta”.
Katia de Oro, directora (e) de Desarrollo Social, de Planeación Nacional, explica que “aunque Colombia se mantuvo en la misma posición, el IDH mejoró, pues el año pasado era de 0,708 y ahora pasó a 0,711”.
Agrega que, no obstante la disminución de la pobreza monetaria, la desigualdad persiste. “Con el coeficiente de Gini, los avances han sido lentos”. Este coeficiente se mide en una escala de 0 a 100, y entre más cerca de 100 esté hay más desigualdad. El último dato para Colombia es de 53,9.
Según las cuentas del investigador del Pnud, “en Colombia, la clase media está integrada por 13 millones de personas, los pobres son 16 millones, y hay 18 millones de ciudadanos que son la gran preocupación, pues están en condición de vulnerabilidad, con riesgo de caer, regresar o permanecer en la pobreza”.
‘Avanzar, aunque sea despacio’
La principal recomendación del investigador del Pnud, Alfredo González, es que “los países deben avanzar, aunque sea despacio”. Destacó el caso de Costa Rica, que “sin estar en los mejores lugares (ocupa el puesto 68), ha logrado generar esquemas de protección con inversiones modestas”.
Para Colombia, sugiere que “proteja los avances y se enfoque en proteger a los más vulnerables de las adversidades, a través del mejoramiento del acceso a servicios sociales básicos”.
Agregó que “el desarrollo humano se ha estancado, y si seguimos haciendo lo mismo, no vamos a obtener mejores resultados”.
Desde esta perspectiva, recomienda que se ponga atención a todas las etapas de la vida de una persona.
“Los primeros 1.000 días de vida son claves. En estos se desarrolla la habilidad cognitiva para que el ser humano se pueda desempeñar después en la sociedad”. Luego, cuando el ciudadano debe pasar a la etapa de educación propia-
mente dicha, “es necesario que el Estado proporcione instituciones de calidad, acceso a la salud”.
En el momento en que el individuo está listo para entrar al mercado laboral, los países deben propender por jornadas de trabajo razonables y promover políticas para que los ingresos sean suficientes para lograr un nivel de vida de calidad”.
Se requiere también disponer de programas para establecer seguro de desempleo, de manera que si la persona pierde el empleo no quede en riesgo de perder su patrimonio. Finalmente, la protección en la vejez a través de la garantía de una pensión, con lo que se completa el esquema para que se dé un verdadero desarrollo humano.
‘No se está haciendo suficiente’
La destinación de recursos para inversión social en el país en este año es de 46,7 billones de pesos, y busca darles la mano a los que no tienen nada para que logren mejores condiciones de vida. Aun así, el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, no se ha movido mucho en el país. En el 2009 era de 55,7 y en el 2013, de 53,9 (la mejoría se da en la medida en que se acerca a cero). Ese panorama, para Cecilia López, directora del Cisoe (Centro de Investigación Social y Económica), demuestra que “no se está haciendo lo suficiente para mejorar”.
Advierte que en el país se está ampliando la cobertura en educación, pero no se imparte con calidad. Subraya que el estancamiento de Colombia en el mismo puesto del IDH señala que “otros países sí hicieron la tarea. No es que Colombia no esté invirtiendo recursos, sino que los está usando mal”.
ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Tomado de http://www.eltiempo.com/economia/finanzas-personales/desigualdad-en-colo...