Tomado por: El Tiempo
Iniciativa busca, también, ponerle límites a cobros de matrículas que hacen instituciones privadas.
Un proyecto de ley, que pasa a segundo debate, propone que el incremento del valor de las matrículas de las Instituciones de Educación Superior (IES) privadas sea proporcional a la calidad académica que ofrecen y que en ningún caso supere el índice de inflación o Índice de Precios al Consumidor (IPC) del año anterior.
La iniciativa propone que el Gobierno regule dicho aumento evaluando aspectos como la situación financiera de las IES, si tienen o no acreditación institucional y programas con acreditación de calidad, la reinversión de sus utilidades con objetivo social, y sus condiciones de acceso, equidad y eficacia en la prestación del servicio educativo, así como sus proyectos de inversión en infraestructura, medios educativos y docencia.
De igual forma, plantea que los intereses que cobren las IES cuando el pago de la matrícula se hace en forma extraordinaria, no sean superiores al interés legal mensual vigente, es decir, al 2 por ciento.
Actualmente, según lo establece el decreto 110 de 1994, las instituciones que pretendan incrementar sus costos por encima del índice de inflación del año inmediatamente anterior, deberán justificar ante el Ministerio de Educación dicho incremento.
El senador Jorge Guevara, ponente del proyecto de autoría del abogado Carlos Gnecco, busca "proteger los intereses económicos de los padres de familia y de los estudiantes, que no solo se ven obligados a pagar la matrícula 15 días antes del inicio del semestre sino a pagar intereses por encima del 10 por ciento, en algunos casos, cuando no cancelan en la fechas estipuladas".
En una universidad privada de Bogotá, por ejemplo, la matrícula ordinaria cuesta 2'537.000 pesos, pero la extraordinaria vale 2’912.750 pesos. Y en otra, este valor pasa de 4’754.000 pesos a 4'991.700 pesos. Pero si no cancela este último valor en la fecha indicada, hay un segundo plazo, caso en el cual el precio se sube a 5'229.400 pesos, es decir, un 10 por ciento más del valor de la matrícula ordinaria.
Carlos Forero, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún) asegura que ven con preocupación este tipo de proyectos, porque hacen referencia a aspectos ya reglamentados por parte del Gobierno o por parte de las propias instituciones de educación superior
E insiste en que el proyecto "intenta sacar una norma general con base en algunas irregularidades que pueden haberse presentado en alguna institución con respecto a la manera como cobra sus matrículas; cuando se legisla con base en problemas puntuales se terminan apretando y creando inflexibilidades en el conjunto de instituciones que vienen cumpliendo bien las normas".
Además, señala Forero, los costos universitarios crecen por encima de la inflación y pretender que no supere este valor es inconveniente.
"El proyecto tiene problemas conceptuales al asimilar las diferencias entre matrícula ordinaria y extraordinaria como el cobro de un interés de usura. La matrícula extraordinaria no obedece al valor de la ordinaria más intereses de mora sino que es un valor establecido para que el estudiante entienda la motivación de pagar en el calendario normal, de manera que la institución pueda organizarse mejor en el cumplimiento de la prestación del servicio educativo", explica.
Aunque reconoce que existen algunas instituciones de educación superior que en algún momento pueden haber cometido abusos en el cobro de matrícula, los estudiantes pueden acudir a instancias judiciales para defender sus derechos o interponer una queja ante el Ministerio de Educación, que inspecciona y vigila a las IES.
"No valen las quejas, sí se necesita esta ley", responde Guevara. El proyecto, incluso, contempla sanciones pecuniarias como multas -que van desde los 50 hasta los 500 salarios mínimos legales mensuales vigentes- para quienes incumplan la normatividad.
Mantener planes de estudio
Por otra parte, la iniciativa contempla que las IES entreguen al estudiante el pénsum académico y los requisitos de grado tan pronto se matricule y no puedan modificar el plan de estudios si el alumno ha cursado más del 50 por ciento del programa. De ningún modo, plantea la propuesta, estos cambios deben alargar la duración de la carrera ni generar cobros adicionales al de la matrícula ni aumento de su valor.
Incluso, les prohíbe a las IES "establecer materias, cursos, actividades curriculares y extracurriculares como requisitos de grados distintos a los establecidos en el pénsum, salvo que el estudiante autorice expresamente que se pueden cambiar los requisitos de grado los cuales fueron establecidos en el momento de su matrícula".
Respecto a este tema, el director ejecutivo de Ascún afirma que los planes de estudios sí se pueden modificar, dado que el conocimiento evoluciona todos los días, pero advierte que los jóvenes deben tener cuidado en que este cambio no sea una "forma artificiosa" de alargar el semestre para que pague más dinero. En caso de cualquier modificación, agrega, existen formas de transitoriedad para que el estudiante no se perjudique.
El proyecto también contempla que si se requiere, para el mejoramiento de la calidad académica, establecer materias, cursos, actividades curriculares y extracurriculares adicionales, estas no podrán ser cobradas al estudiante.