Por Fernando Arrellano Ortiz
Una oscura alianza entre un sector de la derecha liberal-conservadora que siempre ha gobernado a Colombia con grupos de la mafia y el oligopolio de medios de comunicación que en este país está sumamente concentrado en reducidísimas manos, viene impulsando desde diferentes flancos la revocatoria del mandato del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, o su destitución por vía administrativa. Si se tiene en cuenta que Colombia es una nación en la que históricamente ha sido gobernada por una corriente ultraconservadora con la complicidad de poderes fácticos como la Iglesia Católica y los medios de comunicación cuya propiedad está concentrada en dos o tres grupos económicos que son los dueños del país, es comprensible que el alcalde Petro es una verdadera piedra en el zapato para sus intereses plutocráticos, más aún cuando se ha propuesto a través de su plan de gobierno reducir en Bogotá sustancialmente la inequidad social cambiando de forma radical el modelo rentístico de ciudad neoliberal y combatir simultáneamente la corrupción de los sectores que se lucran de la contratación pública, del narcotráfico y de la guerra.
Petro, un dirigente de izquierda y guerrillero del M-19 que se reincorporó a la sociedad civil en la década de los 80 apostándole a la paz mediante el impulso de espacios democráticos, ha tenido un protagonismo político de primera línea en defensa de los derechos humanos y en la denuncia frontal contra las mafias tanto del narcoparamilitarismo como de la corrupción en el Estado colombiano. Como congresista se destacó por sus bien fundamentados debates y la solidez de sus denuncias contra los poderes criminales que dominan a Colombia y como alcalde de Bogotá en algo más de año y medio se ha empeñado en construir un proyecto democrático sustentado en la inclusión social, la defensa del patrimonio público y el medio ambiente. Con leguleyadas y artimañas los corifeos de la derecha han impulsado por un lado un proceso de revocatoria de su mandato, y por otro, un proceso disciplinario en la Procuraduría General de la Nación buscando por todos los medios su caída. Vale decir que estos artilugios con apariencia de legalidad son legitimados por una bien orquestada campaña mediática orientada a deslegitimar la gestión de gobierno del alcalde Petro. Esta tramoya hace parte del proceso de desestabilización política que busca contener la influencia del ascenso nacionalista, antiimperialista y democrático que vive Latinoamérica como respuesta popular a la recolonización que impulsan las élites de los países de la región mediante las criminales políticas de globalización neoliberal.
Por eso el embate de la derecha contra los gobiernos progresistas de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y en el caso de Colombia, el gobierno de Bogotá, la ciudad capital. PROYECTO ALTERNATIVO DE BOGOTÁ, UNA AMENAZA PARA SECTORES MAFIOSOS Y DE LA DERECHA Aprovechando la presencia del alcalde Gustavo Petro en los actos protocolarios de posesión del presidente del Ecuador, Rafael Correa, el pasado 24 de mayo en Quito, dialogamos brevemente con él sobre la situación de ataque político y de linchamiento mediático a la que se encuentra actualmente sometido.
- ¿Esa andanada de ataques de la derecha y de sectores mafiosos contra usted y su gobierno de Bogotá a qué propósito obedece? - A que estamos construyendo un proyecto político y administrativo alternativo y siendo Bogotá la capital de Colombia implica una visión muy cercana para muchas personas que no creían posible que se pueda construir una democracia en concreto. Una democracia multicolor como yo la llamo que posibilita disminuir la desigualdad social en forma acelerada. Por eso ven en el proyecto de Bogotá una alternativa para el país y eso acelera también que los sectores que se han privilegiado de la corrupción, de la desigualdad, de la guerra, intentan acabarlo a como dé lugar. A eso se debe que estamos afrontando esa andanada que sobre todo surge de medios de comunicación muy poderosos que no tienen respaldo popular pero sí de sectores muy influyentes en la ciudad. - Y de sectores de la mafia también…
- Sí, siempre que hablamos de mucho dinero estamos hablando de articulaciones en el caso de Colombia de sectores mafiosos tanto de los que tienen origen en el narcotráfico como de los que proceden de la corrupción que en muchos casos también se mezclan.
- Su proyecto de gobierno denominado Bogotá Humana tiene aspectos novedosos como enfrentar el calentamiento global y superar la inequidad social en la ciudad.
¿En qué términos concretos?
- Son tres ejes del nuestro Plan de Desarrollo: el primero superar la segregación social. El índice de Gini que mide la desigualdad social efectivamente ha caídoabruptamente en la ciudad lo que significa que hemos logrado cumplir parcialmente este objetivo; el segundo es mitigar el cambio climático. La ciudad que está en un altiplano que fue antes una laguna sufre las consecuencias de este fenómeno y nos hemos propuesto ponernos en la vanguardia del mundo alrededor de políticas de adaptación y mitigación del cambio climático; y el tercer eje es la defensa de lo público visto desde la perspectiva de la lucha contra la corrupción pero también contra la privatización del poder mismo. Superar segregación social, mitigar el cambio climático y defender y fortalecer lo público en mi opinión pone el programa progresista de Bogotá dentro de los máximos objetivos de la lucha democrática en América Latina. Quito, junio de 2013.
Tomado de: El Cronicon Virtual