Tomado de La Silla Vacía
Por Laura Ardila Arrieta
Por decisión del alcalde de Bogotá Gustavo Petro, tres alfiles importantes en la Administración saldrán de sus cargos para irse a apoyar la reelección del presidente-candidato Juan Manuel Santos.
La movida es una jugada a tres bandas de Petro, quien con ello busca: evitar que regrese el uribismo y acabe con el proceso de paz de La Habana, garantizar su permanencia en el Palacio de Liévano con el respaldo de Santos y empezar a organizar un nuevo movimiento para lanzar candidatos por firmas el año entrante.
Jorge Rojas (secretario de Integración Social), Aldo Cadena (secretario de Salud) y José Miguel Sánchez (director del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud) salen del gobierno de la Bogotá Humana para intentar reforzar la empresa santista, en el marco de una coalición para la paz que está armando el expresidente y jefe de campaña de Santos César Gaviria.
De hecho, el lunes de la semana pasada se reunieron Gustavo Petro y César Gaviria, por iniciativa del Alcalde, para debatir sobre esa coalición. La reunión fue en la casa de Gaviria y un vecino aseguró a La Silla que también llegaron después el Presidente Santos y su fórmula Germán Vargas Lleras, pero esto último no lo pudimos confirmar con más fuentes.
Los tres alfiles petristas buscarán votos para Santos con la bandera de la paz pero sin trabajar directamente con la campaña de reelección. “Vamos a montar nuestra campaña”, le explicó a La Silla el exsecretario de Gobierno Guillermo Alfonso Jaramillo, quien lideró el acuerdo programático con el que los petristas se unieron a Santos.
José Cuesta, otro importante líder petrista, agregó por aparte que el esfuerzo se centrará principalmente en Bogotá, aunque no descartan hacerle campaña a Santos y “por la paz” en otras regiones en donde el petrismo tiene apoyos como en el Valle y la Costa. “Estamos convencidos de que en Bogotá se va a dar la recomposición de las fuerzas y el escenario para derrotar el propósito anti paz”.
Es la batalla por Bogotá, una plaza que pone uno de cada cinco votos y en la que además reina el apoyo de opinión. Un pulso en el que los petristas se meterán en total sintonía con la cúpula de la campaña Santos que, según se conoció ayer por un trino de la periodista Darcy Quinn, también pondrá tres pesos pesados a pelear votos en la capital: el ministro de Trabajo Rafael Pardo, el alto consejero para las regiones David Luna y la directora del Sena Gina Parody.
La artillería santista (incluyendo a los petristas) la tendrá cuesta arriba para disputar Bogotá, en donde el domingo pasado ganó el candidato presidencial uribista Óscar Iván Zuluaga con 542.432 votos seguido por Clara López del Polo con 501.302 votos. Santos quedó tercero con 444.051 votos, cinco puntos porcentuales por debajo de Zuluaga. Como lo contó La Silla, así las cosas la mano de Clara podría ser determinante, pero el Polo no ha definido si se va en blanco, con Santos o se abstiene y por sus trinos ya se sabe que su senador más votado, Jorge Enrique Robledo, no votará por el Presidente al que lleva cuatro años criticando.
Parody y Luna podrían intentar despertar el entusiasmo que lograron hace dos años y medio en las elecciones a la Alcaldía, cuando alcanzaron 376 mil y 92 mil votos respectivamente, pero ambos llevan rato alejados de la escena bogotana y revivir una campaña de hace tanto no se logra en 15 días.
Por otra parte, los resultados evidencian que Petro no logró sumarle votos (y si lo hizo fueron pocos) a Santos el domingo pasado en Bogotá, a pesar de que por directriz suya los petristas habían adherido al Presidente-candidato 10 días antes de las elecciones.
En este punto cabe preguntarse si la figura de izquierda de Petro logrará efectivamente sumarle apoyos a Santos en un país que el pasado domingo reiteró que es de derecha, y si más bien no le alejará los votos de centro y centro-derecha del peñalosismo que apoya el proceso de paz. Además, parte de la estructura política con la que cuenta Petro (concejales, ediles) está en la Alianza Verde en donde varios concejales progresistas no le caminarán al Alcalde porque lo ven como un caudillo con poca capacidad de trabajo en equipo y si se van con Santos es luego de una decisión de la Alianza que hoy se debate entre Santos y el voto en blanco.
Incluso Antonio Navarro, exgobernador y exsecretario de despacho amigo de Petro, no parece estar preparando su salida de la Alianza Verde y hasta votó por Peñalosa (el candidato de ese partido) el domingo. Navarro y el ala progresista de la Alianza estuvieron reunidos ayer debatiendo qué van a hacer ante la segunda vuelta.
“En el 18 por ciento que sacó Santos el domingo en Bogotá está lo que tiene Petro, que son twitteros y contratistas, porque de la Alianza Verde no se lleva nada”, le dijo uno de esos concejales progresistas a La Silla pidiendo que se omitiera su nombre.
El Alcalde, no obstante, ha demostrado que tiene poder de convocatoria y además un líder progresista le dijo a La Silla que él cuenta con el respaldo en esto de los concejales Diana Alejandra Rodríguez y Yezid García (cuyo apoyo al Presidente se da por descontado porque fue uno de los gestores del acuerdo programático de hace 10 días con los santistas).
Petro se la jugará con Santos porque cree en el proceso de paz, como lo ha dicho en reiteradas ocasiones. Pero además porque quiere garantizar que seguirá en su cargo. Su segunda apuesta.
“Uribe viene por la capital”, le dijo a La Silla un importante líder del petrismo, muy cercano al Alcalde, off the record. “Y lo primero que va a hacer es fortalecer al Procurador para que busque la manera de sacar a Petro”.
“Sin paz no será posible que Petro siga en su cargo”, añadió por aparte un secretario de despacho petrista refiriéndose a la reelección de Santos vs el retorno del uribismo al poder.
La realidad es que, a pesar de todos los señalamientos que hasta hace dos meses Petro le lanzaba a Santos desde el balcón de la Alcaldía y de las peleas entre sus dos administraciones por la política de vivienda, los gobiernos Petro y Santos han logrado consensos en algunos temas y hasta antes de la destitución del mandatario local habían mantenido comunicaciones cordiales. Eso es precisamente lo que temen perder los petristas. O mucho peor: que llegue un Gobierno que busque sacarlos del poder.
Así es que la conversión al santismo también le significa al Alcalde asegurar (o tratar de asegurar, al menos) el apoyo de Santos en lo que le queda de mandato en la Alcaldía, un asunto que bastante falta le hizo durante el largo proceso de su destitución. Y aunque en este momento Santos no tiene ya en sus manos la permanencia de Petro en su cargo, nunca cae mal a un mandatario local tener un
Presidente que le deba un favor.
La tercera apuesta de Petro tiene que ver con la refundación de su movimiento, cuyos integrantes se fusionaron con la Alianza Verde, un partido con el que él no tiene nada que ver y del que quiere seguir alejado.
Lo que va a pasar es que, al tiempo en que lideran la campaña por la paz y a favor de la reelección de Santos, los petristas van a ir tratando de montar las bases de un movimiento para presentarse por firmas a las elecciones locales de 2015.
Petro quiere que los concejales progresistas lo acompañen, y por eso recientemente los puso a escoger entre quedarse en la Alianza Verde o renunciar y para irse a recoger las firmas para ese nuevo movimiento. Pero lo que van a buscar ahora es al pueblo.
“La idea ahora con lo de la campaña (reeleccionista de Santos) es que la gente entienda por qué Petro le está apostando a la paz, porque en esto nos jugamos hasta la vida evitando la llegada de un
Estado narcoparamilitar, y además sobre eso ir montando los cuadros con miras a las elecciones de 2015 y 2018 en las que esperamos que Petro participe”, nos dijo el líder cercano al mandatario.
Y es que con Santos de su lado (si es reelegido), a Petro hasta le podría mejorar el panorama para poner un sucesor en la Alcaldía. Mucho más si el candidato del uribismo es Pacho Santos, primo y rival del Presidente.
Amanecerá y veremos si Petro gana sus tres apuestas o si éstas cambian, como hasta hace poco que se encontraba de gira por el país promoviendo una constituyente y hablando mal de Santos. Porque si algo ha dejado claro el Alcalde es que el juega por su cuenta y a su manera.