La Comunidad Educativa Frente al Neoliberalismo.
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APERTURA ECONOMICA, APERTURA EDUCATIVA Y EDUCACION BASICA
En este capitulo...
La apertura colombiana, ¿Favorable a quien?
Neoliberalismo barato.
La calidad, otra vez la cenicienta de las cenicientas.
Consecuencias.
Se acabaron las ideologías?.
ESCENARIO INTERNACIONAL
A poco de finalizar el siglo XX, el mundo vive la tenaz disputa que se ha desatado entre las potencias en pos de acceder antes que nadie a nuevos campos del conoci-miento científico y tecnológico, en respuesta al valioso lugar que día por día adquiere su uso, entre otros menesteres, para el desarrollo de las naciones. No es casual entonces observar que así como la producción de acero, por ejemplo, es uno de los índices que se emplea para detectar el grado de desarrollo de los países, también lo es el de la cantidad de recursos dedicados a la investigación y al desarrollo (I+D ó R+D por sus siglas en inglés), a la ciencia y a la tecnología.
Se ha tornado lugar común señalar que Japón le disputa la delantera a los Estados Unidos y que por ello una de las preocupaciones funda-mentales del gobierno norteamericano es tomar las medidas internas y externas para disminuir el déficit comercial. Una de ellas es introducir una profun-da reforma que corrija el rumbo de su educación, calificado de caótico.
El no intervencionismo de algunos años de la administración Reagan acentuó problemas primarios: déficit comercial y cambiario, baja competitividad, educación y salud abandonadas. Por ello cuando los analistas sopesan las posibilidades de EE.UU indican: "El segundo siglo estaudinense tiene que comenzar en casa. Debe comenzar en las escuelas y en las fábricas, en las ruinosas calles y en las autopistas deterioradas." *
En la otra cara de la moneda se resalta que los países del Tercer Mundo están absolutamente rezagados, no digamos que en valores absolutos sino apenas comparativos en cuanto a recursos dedicados a la I&D. Mas aún, se insiste en que Colom-bia es sobrepasada por casi todos los países de América Latina.
A través del PLAN y de la Constitución se busca poner en marcha también en el sector educa-tivo la errónea concepción que tiene la coalición gobernante sobre el significado de la internacio-nali-zación de la econo-mía, que no es otro que entre-gar la soberanía del país al extranjero. La Cons-titución en su art. 150 numeral 16 plasma el engendro al consagrar que la autodeterminación nacional puede declinarse a favor de organismos interna-cionales, como si tales entes no fueran expre-sión del poder de los imperios.
El PLAN asume que el país debe contar con una educación que le permita obtener la mano de obra que, a la usanza de México por ejemplo, esté capacitada para laborar en las maquilas, la nada novedosa pero sí muy nociva concepción de desarrollo que sustenta la APERTURA. En trazos generales podemos afirmar que las maquilas son talleres levantados en los países subdesarrollados para ensamblar productos diseñados y fabricados en los países desarrollados. Las ventajas de este tipo de nueva división internacional del trabajo son evidentes para el país desarrollado: los bajos salarios que paga permiten que las mercancías sean más competitivas y sus propias industrias pueden crecer más. Lo que no está ni remotamente demostrado es que la maquila sea beneficiosa para los países subdesarrollados.*
En ese sentido se entiende por qué el énfasis que se pone en alcanzar una mayor cobertura de la enseñanza media, pero no media diversificada, apenas en bachi-llerato clásico, pues la mano de obra requerida para ensamblar productos no requiere sino de una mínima calificación.
Ese tipo de mal llamada internacionali-zación presupone además que los países atrasados no deben dedicar recursos a las investigaciones cimeras en ciencia y tecnolo-gía, en una versión maquillada de la división interna-cional del trabajo y hasta de las supuestas "ventajas compara-tivas" o mejor dificultades reales. De ahora en adelante la poca inves-tiga-ción que se haga lo será no con base en las necesida-des del país sino de quienes las quieran financiar, según esta-blecen los art. 69 y 71 de la Constitución.
En parte como consecuencia de estas teorías que van en contravía a toda evidencia actual o histórica sobre el desarrollo de los países y en parte como un arbitrio puramente rentístico, el PLAN establece múltiples mecanismos para desmontar la responsabilidad del Estado en áreas vitales como la educación y la salud, transpasándoselas a los llamados "beneficiarios" de los servicios.
En una investigación sobre la formación profesional en Latinoamérica, y en referencia a Brasil, Chile y México, países a los que se pone de ejemplo a seguir por toda latinoamérica, se indica que: "La tónica fundamental de estos tres países es la de realzar el papel del Estado como impulsor, orientador y controlador de la formación profesional, minimizando su papel como ejecutor. A su vez, insiste en la responsabilidad de la empresa en la capacitación de sus trabajadores y reconoce a variados organismos de ejecución, dejando a la iniciativa privada un papel preponderante ..." *
En ese sentido se adoptan medidas como la municipalización de la educación, a fin de garantizar que el Estado colombiano tenga recursos para el pago de la deuda externa. Por supuesto la otra cara de la moneda es permitir que los municipios rebusquen los recursos financieros, vía la creación de nuevos impuestos. La nueva Constitución creó el mecanismo para dar rienda suelta a la imaginación de los pequeños Hommes de cada localidad.
En diversas oportunidades el Banco Mundial había planteado que Colombia debía realizar ajustes en el manejo presupuestal. Por ejemplo, un estudio realizado en 1983 ya anunciaba: "A mediados de 1981 el país conoció el informe presentado por la ?Misión de Finanzas Intergubernamentales? conocido como el ?Informe Bird - Wiesner? en el cual se sugirieron una serie de políticas en el campo del gasto público. El Informe señala dos puntos centrales: En primer lugar menciona la necesidad de ?evitar la ineficiencia del gasto público? o lo que es lo mismo, la necesidad de su racionalización; en este contexto señala que es antitécnico establecer en las leyes de presupuesto un porcentaje fijo de apropiaciones para determinados servicios públicos ?como la educación y la justicia?... De otra parte el Informe recalca que hay exceso de gasto público y que por ende los servicios prestados a nivel municipal deben ser costeados con impuestos ad hoc creados por el municipio ?para fomentar una verdadera conciencia democrática? ... " *
Como se observa, palabras más palabras menos, lo dicho actualmente sobre reordenamiento del gasto público es lo mismo de hace una década. Se insiste en que en el país hay desperdicio de recursos por mala administración y por no haber racionalidad en el gasto, que corresponde al usuario pagar el acceso al servicio para que no lo despilfarre y que las actividades administradas por el Estado el criterio de racionalidad es excluido casi que por definición.
Las concepciones así expuestas, basadas en fraseología de corte neoliberal, por fin se elevaron a norma en Colombia. Al respecto es bien indicativo el art. 67 de la Constitución que señala como grande y novedoso principio el de que quienes tengan plata pagan la educación y quienes no tengan no la pagan. En efecto, deducimos nosotros, no la pagarán porque sencillamente no podrán entrar a estudiar.
LA CALIDAD, OTRA VEZ LA CENICIENTA DE LAS CENICIENTAS.
Otro de los triunfos teóricos del neoliberalismo es haber convencido a casi toda la sociedad, por encima de toda evidencia real, que la calidad de los servicios está relacionada con la competencia y en manos de los particulares y que en Colombia no ha habido libre mercado sino que se ha estimulado la existencia de monopolios artificiales. En consecuencia, afirman, liberando el mercado, permitiendo que se pongan en juego una serie de fuerzas del mercado, la calidad tenderá a aumentar.
No es este el lugar para demostrar la falacia del argumento, que también se ha hecho extensivo a los análisis sobre la industrialización del país. Bástenos con señalar que en ningún caso la ley de la selva ha favorecido la calidad de los servicios, menos aún la educación y la investigación, sectores de muy baja rentabilidad a la luz de las mismas teorías neoliberales.
También vale la pena repetir que el neoliberalismo sufrido por el pueblo norteamericano durante unos años del gobierno Reagan mostró los estragos que ocasiona su aplicación, amén de la forma acomodaticia como se muestra el desarrollo de los llamados "Dragones" asiáticos. Sobre este último aspecto leamos lo siguiente: "Una imagen particularmente falsa consiste en presentar a los países del sudeste asiático como la encarnación misma del liberalismo económico. Como lo han demostrado los propios trabajos del Banco Mundial, se trata al contrario de procesos de desarrollo con fuerte intervención del Estado, planificación global, creación directa de empresas, fomento a las exportaciones, proteccionismo arancelario y no arancelario, etc." *
La calidad de la educación debe medirse ante todo en relación con el acceso que tenga a los conoci-mientos más avanzados, acceso que no debe dejarse sólo para los niveles educativos superiores. Al no contar la educación con los recursos adecuados será cada vez mas difícil estar al tanto de los mismos, mas aún si se tiene en cuenta su vertiginoso progreso. De ahí que veamos en el PLAN una destructora arremetida contra lo que quedara en la calidad de la enseñanza.
La misma suerte correrá la investigación, con el agravante de que la poca que se haga será aquella que cuente con apoyo extraestatal, el cual no será sufragado por entida-des privadas nacionales -como lo demuestra la actual radiografía de la investigación en las universidades privadas- sino por extranjeras. Es, sin lugar a dudas, hacer de las universi-dades una maquila más, al servicio del mejor postor interna-cional.
No se diga que los problemas de calidad, investigación y cobertura de la educación serán resueltos por la hoy idolatrada libre empresa, pues la mejor prueba de que no es así la tene-mos en el desarrollo universitario vivido durante la década pasada con el decreto 80 de 1980 que dio grandes pasos en el proceso de privatización de la educación. Las conse-cuencias -con todo y las famosas leyes del mercado, de la competencia y demás arandelas- están a la vista: decrecimiento de la tasa de escolaridad universitaria, significativo aumento de la participa-ción de la educación superior privada en el total nacional y una cali-dad tan mala o peor que la de antes.
Los afectados con el PLAN serán muchos. De una parte los estudiantes de menores recursos quienes no tendrán manera de pagar matrículas al colmo de las que hoy cobra la educación privada -y eso que actualmente están bajo "control" y además deben vérselas con la "competencia" de las instituciones públicas, competencia que como se entiende, irá desapareciendo aceleradamente- o tendrán que aspirar a un cupo no con base en su "solvencia" intelectual sino con la de sus fiadores si aspira a estudiar a crédito, postrer alternativa usurera.
Superada la barrera económica, quienes logren acceder a un cupo en el sistema educativo serán víctimas de una especie de timo, pues no solo recibirán una educación rezagada frente a la enseñanza mundial sino también frente a la de educación de élite que se imparte en algunas instituciones privadas en el país.
Los docentes también han empezado a sentir las consecuencias del PLAN, materializadas en el congelamiento de las plazas de profesores, en malos y demorados salarios y en inestabilidad laboral vía la reforma del Estatuto Docente.
En respuesta a los previsibles brotes de descontento, no es de extrañar que en breve tiempo aparezcan lesivos reglamentos estudiantiles y profesorales.
Pero también se verá afectada la producción nacional -en cuyo nombre y prometiéndole un portentoso desarrollo futuro se está haciendo la APERTURA- que no tendrá posibilidades de conseguir los expertos que requiere para la producción y la investigación -que sí los seguirán teniendo sus proteccionistas competidores norteamericanos, japoneses o europeos- y cuya única alternativa será, para los pocos que acompañe la suerte, depender enteramente de la compra de patentes y hasta importar a los técnicos como ya lo anunció Hommes.*
Otro aspecto a considerar es el manejo de los contenidos por parte del ministerio de educación, control dirigido a adecuar la superestructura del país para el logro de los objetivos de dominación señalados. La educación, en la parte que tiene que ver con la creación y reproducción de la ideología de las clases que dominan el Estado, infiltra la conciencia de la población -adormecida por décadas de dominio de ideas abiertamente antipopulares- con una monserga de corte neoliberal.
Se incluyen teorías que hasta escuelas económicas burguesas han puesto en entredicho: que la educación es un instrumento para la movilidad social, que los procesos de descentralización siempre implican democratización de la sociedad, que las naciones ya no tienen vigencia, o la muy criolla de que quienes tengan plata, paguen. Es, al decir de un investigador, vestir a la mona de seda: "La astucia discursiva del neoliberalismo postmoderno reside allí en el buen uso de los eufemismos, mediante el cual (sic) los intereses de los centros de poder político y económico y de sectores más identificados con la economía ?libre? se barniza con esteticismos (sic) ... Lo anterior es un ejemplo de cómo el postmodernismo puede derivar en un paquete ?estratégico? de eufemismos para vestir a la mona de seda: un proyecto de hegemonía cultural capitalista para lubricar la ofensiva neoliberal y de las transnacionales, de modo que penetre en la sensibilidad de las personas." *
En fin, el PLAN es un ataque más, en esta época de embestidas, contra la soberanía del país. Aumentará la dependencia, también en lo que a la educación se refiere, al querer de los diseñadores de las entidades extranjeras hasta en la ejecución misma del PLAN, como ya lo anunció la Universidad de Harvard, que cooperará para la marcha de la descentralización educativa y estudios sobre calidad de la educación. *
PASCUAL AMEZQUITA ZARATE
Director Ejecutivo del
CENTRO DE ESTUDIOS POR LA NUEVA CULTURA
Asesor del CEID-FECODE