Precisiones sobre la Constituyente
CUÁL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL?
MIGUEL ANGEL PARDO
En este capitulo...
Los unos.
Los otros.
Consideraciones finales.
Por medio de la prensa hablada y escrita se ha tratado de convencer al país de que la Asamblea Constituyente es el resultado del fogoso empuje juvenil de los estudiantes y, por lo tanto, la materialización de la misma sería un triunfo de sus más puros anhelos de cambio. Y se concluye diciendo que ellos lograron empujar y conducir al país político hasta obtener su convocatoria.
Nosotros creemos que no, que es más bien al revés, es decir, un sector de estudiantes -no el movimiento estudiantil- es el que ha sido dirigido (y de qué manera!) por quienes hoy ocupan la Casa de Nariño. Pasemos rápida revista a
algunos hechos para sustentar esta apreciación.
Los Unos
Lo primero que se quiso hacer creer fue que la propuesta de la séptima papeleta, votada en las elecciones del 11 de marzo, tuvo en el movimiento estudiantil su creador. Pero resultó que la "genialidad" fue Fernando Carrillo, antes asesor de la campaña electoral de Gaviria y hasta hace poco integrante de su equipo de gobierno. El desenlace, ya por todos conocido, puso en evidencia que la intención consistió en asociar la séptima papeleta con "el cambio" y este a su vez con Gaviria. La propaganda surtió efecto y el autodenominado movimiento estudiantil contribuyó al triunfo de Gaviria en la consulta interna del Partido Liberal.
Compárese la contundente victoria del actual Jefe de Estado el 11 de marzo con el gris resultado en las elecciones del 27 de mayo para poner de presente el determinante papel que en ello jugó la séptima papeleta. Aunque la diferencia también se debe a que los otros partidos no estaban dispuestos a dejarse sorprender de nuevo, motivo por el cual adecuaron su propaganda a la moda del momento. Entretanto, a los "estudiantes" se les asignó la tarea de presionar a la Corte cuando sesionaba para que emitiera fallo favorable autorizando a la Registraduría el conteo de los votos por la Constitucional.
A partir del 28 de mayo la aparente arrogancia de los "estudiantes" fue acercándose más a una actitud francamente vergonzante. Cada argumento utilizado para defender su propuesta ha sido negado. Hablaron de la participación del constituyente primario por encima del Congreso y de los partidos políticos, por considerarlos inmorales y agotados, pero terminaron avalando el Acuerdo Político suscrito por los partidos integrantes de la coalición gobernante, el cual impuso el temario, el reglamento, el número de constituyentes, el requisito, la fecha de elecciones, etc. Craso error confundir la voluntad popular con los titiriteros de Palacio a quienes ningún evento democrático los escogió para el oficio. Esta postura del "Movimiento Estudiantil Todavía podemos salvar a Colombia" fue defendida en el así llamado "II Congreso Nacional Estudiantil por la Constituyente , es decir, desde antes del fallo de la Corte y mantenida cuando este se produjo, pues, según dijeron, "... el pacto, promovido por el gobierno, estaba orientado a facilitar la eficacia de la soberanía nacional" . Esta declaración no dificulta predecir su intención de mantener el Acuerdo del 24 de agosto pasado, una vez se inicien las sesiones de la Asamblea. O, qué otra connotación tiene que sea Fernando Carrillo, ex-asesor en asuntos constitucionales de Gaviria, quien encabece la lista en "representación" de los "estudiantes" a la Asamblea? Entonces, quién manda a quién? Dónde está la independencia de este movimiento estudiantil?
También desenvainaron su espada contra el clientelismo de los barones y por la modernización del país, pero nada han dicho del grotesco espectáculo protagonizado por los galano-gaviristas en la elección del Contralor y de mesas directivas del Congreso y en la designación de gobernadores. Similar silencio guardan frente a las realizaciones del "habrá futuro", por ejemplo las adelantadas por el Ministro de Hacienda quien desde antes del 7 de agosto ya anunciaba convertirse en el "ministro del cinturón amarrado" y quien ha tratado de convencer a la población, con su singular cinismo y figura, de que esa es la terapia adecuada, no sólo para él sino también para los trabajadores.
Ciertamente la "renovación" viaja a 200 Km por hora, pero en vía contraria a los intereses de las mayorías: alzas en los servicios públicos e impuestos; ofrecimiento de ajuste salarial del 22% para el sector oficial en 1991 haciendo caso omiso de una inflación que superó el 30%; reforma laboral regresiva; desprotección a la población nacional. En materia de lo que más nos toca, "los giros... para educación y salud en las regiones habrá de disminuir, sobre lo que en (el presupuesto de 1991) se había proyectado (en) 5.730 millones de pesos". Cálculo hecho sobre una inflación del 20% lo que implica una mayor gravedad del recorte. Todo lo anterior en el marco de la apertura económica, el verdadero "revolcón". Mientras tanto los asuntos de la juventud fueron transferidos a la primera dama de la nación, cuya novedosa tarea será la de realizar una "consulta nacional juvenil" el próximo año para preguntarle a este sector de la población si existen problemas de educación, empleo e incorporación al sistema productivo (!!). Tabulada la encuesta, seguramente a fines del 91, se llegará a la obvia conclusión que todo el país ya conoce y así el gobierno habrá embolatado por otros dos años la solución de todos estos problemas con el pretexto de que "siempre hemos querido que haya diálogo entre el gobierno y la comunidad y yo creo que esta (la consulta) es la mejor manera de demostrarlo" . Una vez más, la burla disfrazada de democracia.
Todavía este movimiento estudiantil va a salvar a Colombia? No solo no se pronuncia contra las antipopulares medidas sino que le solicitan a Fernando Carrillo que los represente en la Constituyente, lo que equivale a decir, ni más ni menos, que los dirigentes del estudiantado son los asesores del gobierno y dizque sus propuestas de reforma constitucional recogen los intereses de la comunidad educativa. No señores del "movimiento estudiantil" gavirista, los estudiantes a lo largo y ancho del territorio nacional no creen eso y no caerán en la trampa. Precisamente por esa razón los foros e instalaciones de mesas de trabajo en las universidades públicas no han pasado de ser un formalismo, ya sea porque no han desbordado en mucho el círculo de los activistas estudiantiles y profesorales o porque antes de la elección de sus directivas en acto público ya sus nombres figuraban, en muchos casos, en la oficina de Palacio encargada de su registro.
Pero no es sólo el gobierno quien se abalanza sobre la juventud endulzándole el oído y declarándose como su fiel intérprete, ni tampoco sus testaferros entre los estudiantes los únicos condescendientes con Gaviria.
Los señores del M-19, en otro giro "radical" y sin rubor alguno, compiten en similar proceder en nombre de un preocupante sentido que del interés general tiene la ex- sedicente agrupación.
En materia de candidaturas para la Constituyente que encabezan junto al Gobierno, primero postularon a Gabo cuya Reforma en asuntos educativos se limita a "tratar de encontrar fórmulas para reducir las distancias entre educación pública y educación privada" . Anémica transformación la que se nos anuncia si todo se rebaja a "tratar" y a "reducir" en tan vital asunto. Como el Nobel declinase su candidatura en cualquier cargo y tipo de elección en lo que le resta de vida, el ex-ministro de salud ofreció renglón en su lista al en ese momento consejero presidencial, Fernando Carrillo, pero este "decidió liderar la lista propia de los estudiantes" ... hubo de conformarse entonces con el asesor de Barco, Carlos Ossa Escobar.
El M-19 espera apoyarse nuevamente en los estudiantes - los mismos que otrora sufrieran en carne propia los estragos de su equivocada táctica en campos, colegios y universidades - para que los acompañen ahora a su incorporación, no a la vida civil sino a formar parte del establecimiento. No al cambio sino al revolcón! Al igual que otras organizaciones, pretenden enmendar los errores que tanta intranquilidad le causaron al país y a los estudiantes, responsabilizando no a su alocada interpretación de la revolución sino a la revolución misma y pregonando que se comprometen a no transformar la vieja sociedad sino a remozarla.
Por los acuerdos firmados y por el coincidente papel que le dan a la participación de la juventud, reducida a refrendar con su voto las ejecutorias y a girar un cheque en blanco, es claro que a los estudiantes le valdría lo mismo apoyar al Gobierno que al M-19.
Los Otros
El otro sector, el "Movimiento Estudiantil por la Constituyente", impulsado en las universidades públicas por los grupos comúnmente llamados de izquierda, ha basado su proceder en la suposición de llegar a ser él quien utilice la Constituyente para lograr sus reivindicaciones. Por eso a sus integrantes se les vio junto a las fogosas barras de rosaristas y javerianos, armadas más de maizena que de argumentos, invitando a respaldar la séptima papeleta el 11 de marzo y la convocatoria de la Asamblea Constitucional el 27 de mayo. Sin embargo, poco tiempo duró la "astuta" táctica, pues como muchos son los llamados y pocos los escogidos, sólo cuatro partidos firmaron el acuerdo del 24 de agosto, hecho que les produjo el amargo sabor de sentirse no lobos sino caperucitas.
La reacción inicial fue la de rechazar "el acuerdo del Presidente y (pedir) una constituyente soberana y autónoma, cuyas decisiones sean refrendadas por el voto popular" ... Pero más adelante, con desgano e indecisión, optaron, unos por prácticamente abandonar las tareas preparatorias y otros por ponerse en contra de la Constituyente mediante declaración en la cual "rechazan, en primer lugar la exigencia de las condiciones 'exageradamente estrechas' para la participación de los alzados en armas (y) consideran que el número de miembros fijado en setenta, y la sola contemplación de la circunscripción nacional permitirán que la clase política nacional se apropie del foro" .
Con el fallo de la corte variaron, nuevamente, su posición: "Como ciudadanos colombianos nos sentimos contentos con la decisión de la Corte. Llegó el momento de superar los esquematismos y de abrir una verdadera democracia participativa en Colombia" .
Justifica el fallo de la corte un replanteamiento de la táctica? En rueda de prensa ofrecida el 27 de agosto por los grupos integrantes de este sector del "movimiento estudiantil", argumentaba su oposición a la Constituyente señalando que las cualidades exigidas a los candidatos imponían un régimen discriminatorio a los ciudadanos y que la mecánica electoral favorecía a la coalición dominante . Que se sepa, el fallo no pone en cuestión el irregular procedimiento utilizado para convocar y más bien si lo avala. Tampoco tumbó el reglamento electoral, es decir, la fecha, número y requisito de los candidatos para su inscripción, salvo lo atinente a la caución. Ni una palabra sobre la parcialidad oficial en la propaganda que induce a los votantes a creer que la única alternativa es sufragar a favor de sí. De igual manera, quedaron en pie las mesas de trabajo por medio de las cuales el Presidente mantiene el control del temario.
La alegría mayor derivó de que la Corte hubiese declarado inconstitucional la limitación del temario, no obstante haber dejado en pie el control de Gaviria sobre la Asamblea reflejado en la potestad para imponer el reglamento (en caso de que los constituyentes no aprueben en uno de los diez primeros días de sesiones), dirigir las comisiones preparatorias, redactar junto con una comisión de seis asesores nombrados por él el proyecto definitivo y presentar proyectos . En cuanto a la "caída" del temario, el mismo presidente de la Corte ofrece la solución: "Si los dirigentes y líderes políticos que lleguen a ella (a la Asamblea), por la voluntad del pueblo, deciden limitar su temario, están en pleno derecho de hacerlo" .
Y hasta ahora ninguna de las cuatro fuerzas que suscribieron el tal Acuerdo Político ha manifestado su voluntad de desconocerlo. A lo que se le suma que la mayor parte de las fuerzas integrantes de este "movimiento estudiantil" terminaron en la lista de la AD-M19, respaldando con ello su proceder.
Consideraciones finales
No se trata de negar la necesidad de modernizar las instituciones y el país sino de precisar si este proceso de reforma constitucional puesto en marcha por Barco y Gaviria le sirve a la población, al desarrollo y a la soberanía nacional. Dos condiciones son necesarias para hablar de una Asamblea y reforma democráticas: la primera que los elegidos representen los intereses de las mayorías. Pruebas en contrario nos han aportado la coalición gobernante en sus primeros cuatro meses de mandato. Ingenuo sería pensar que en materia económica antagonizan con toda la nación pero que en materia de reforma política fortalecerán el poder de los desposeídos. La segunda, que el contenido de la reforma aborde los principales problemas causantes de la crisis. Pero visto está que no se trata de eso sino por el contrario, ... el verdadero 'revolcón' se le dará al país en el ruedo de la 'apertura económica' que requiere un ámbito constitucional diferente, operante, flexible" .
Desde el momento del fallo los Unos y los Otros iniciaron una intensa campaña por capturar las rúbricas ciudadanas y confeccionar sus planchas, competencia que terminó sobre la hora fijada como límite para la inscripción de candidatos. Del registro de listas se infieren dos cosas. La primera, la considerable cantidad que se arrogan el nombre del movimiento estudiantil. La segunda, que las fuerzas políticas que integran "el movimiento estudiantil por la constituyente" no incluyen en renglón destacado a conocidos o desconocidos dirigentes estudiantiles . Los Partidos y agrupaciones, adictos a la Asamblea Constituyente están en todo su derecho de postular las personas que consideren más acordes para la tarea, ni más faltaba, pero dejen la soba al nombre del movimiento estudiantil!!
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